22 marzo 2010

Qué suerte tuve…

Sí, aunque no me lo crea, el día de ayer estuvo lleno de cosas buenas. Y no sólo hablo del cocido que me metí entre pecho y espalda, no. Me refiero a la apoteosis que hubo en Canal Sur TV. Qué pena honda siento en lo más profundo de mi corazón por aquellas personas que no residan en Andalucía y por los que sí lo hacen pero no sintonizaron la cadena andaluza.
Los que sólo conozcan el Ente andaluz de oídas pensarán que me refiero a algún programa de música folklórica y, los que lo conocen, a Arrayán (serie muy cutre que arrasa en esta comunidad). Pues nada de nada. El prime time lo dedicaron a una entrevista de persona humana al presidente Rodríguez.
Vino a pasar el fin de semana a Andalucía  y de paso a darle un empujoncillo a Griñán, el reserva de Chaves, pues resulta que las encuestas le están describiendo el futuro profesional como integrante de esa inmensa lista pública de personas que no hacen nada. ¿Será verdad que después de tanto años (creo que los socialistas lo cuentan como quinquenios) cambiará el panorama político andaluz?
Vuelvo al tema. Pues lo que decía: yo tuve la enorme suerte de verlo en directo y comprobar que es capaz de hacer dos cosas a la vez. ¡Pero qué pedazo de presidente tenemos! Es tan habilidoso, que puede mentir y no sonrojarse. Que puede mentir y sonreír. Le echa la culpa del paro a los sistemas financieros extranjeros y no se le cae la cara de la vergüenza. Puede, incluso, asegurar que el 83 por ciento del millón de personas paradas que hay en Andalucía tiene protección social (cómo no se refiera a lo de los condones gratuitos…)  Puede asegurar, esto es lo que más me sorprendió, que se siente responsable de todos y cada uno de los parados que hay en este país sin inmutarse. Ni pestañeó. Este tío es mi héroe.
Volvió, al más puro estilo de González, a comprar los votos de las gentes del campo andaluz. ¿Se acuerdan del P.E.R.? Pues sigue funcionando. Pero con Rodríguez, mejorado. Los jornaleros, que se desloman a diario en su trabajo, necesitaban 35 “peonás” para poder recibir el subsidio. Ahora, con eso de las lluvias, el presidente de los españoles lo ha rebajado por decreto Ley a sólo 20. Me parece muy bien por ellos, pero de lo que no cabe ninguna duda es que esto es una compra de votos. Tan acojonaíto está el marido de Sonsoles que viene a la tierra de los “aceituneros altivos” a comprar los sufragios que les faltan.
Aseguro muchas más cosas a las que ya no les presté atención. No sé si fue porque el cocido estaba erre que erre o porque sentí vergüenza, esa que él no tiene, por lo que decía.
Creo que fue el cocido…
Ah, se me olvidaba, habló de que ha cumplido con la deuda histórica.

2 comentarios:

Y yo leyendo lo del cocido y pensando: "seguro que estaba buenísimo porque su mujer guisa como los ángeles" ... y resulta que era mío!! Ja, ja.
He tenido tiempo para oirlo y tengo una sensación de que cree que somos tontos y que nos la puede colar cada vez que quiere ...
¡¡Tremendo!!

Sobre lo de la sensación de tonto, sólo puedo decir que sí, que este señor está convencido de que lo somos. Para muestra, un botón: Esperanza Aguirre sólo dijo "... pitas, pitas, pitas..."
El cocido... aaaaaaaaaaaaaaay, el cocido... ¡Buenísimo!

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